Son muchas las bromas que hacemos con la llegada del nuevo año por las resoluciones incumplidas desde el año anterior con respecto a dietas, ejercicios, terminar tareas postergadas o tomar algún curso que hemos dejado de lado. En las empresas, por el contrario, cumplir con el plan anual, los parámetros del nuevo presupuesto, los proyectos prioritarios y las expectativas de crecimiento es un asunto crítico.
Llegó el nuevo año y ya casi vamos por la mitad de enero. En la ecuación falta una pieza que es clave para lograr cumplir esas metas de la organización: un abarcador plan de comunicación integral. El problema surge porque muchas veces se recurre a la comunicación como un aspecto accesorio para cubrir necesidades específicas. Se pierde de perspectiva que comunicar acertadamente las gestiones de la empresa tanto a sus públicos internos como externos, permite que todos los componentes puedan internalizar y acoger los planes a fin de llevarlos a la consecución.
La ausencia de ese plan de comunicación integral la mayoría de las veces surge porque las organizaciones no tienen profesionales de este campo (relacionistas licenciados) en sus plantillas o consultores, por lo que suelen delegar gran parte de las funciones al Departamento de Recursos Humanos o algún asistente que ha demostrado buenas capacidades para organizar eventos o socializar en las redes.
Un buen estratega de la comunicación, que se ha formado académicamente y tiene experiencia en este campo, es tan importante en una organización como los directivos de finanzas, operaciones o división legal. Ese especialista es el o la profesional responsable de diseñar y ejecutar un plan de comunicación exitoso. Un importante aspecto a tomar en consideración es que la profesión de las relaciones públicas es colegiada y se requiere licencia en varios países.
¿Qué características debe tener ese plan de comunicación?
- Integral
- Estratégico
- Estructurado
- Responsable
- Vinculante
- Revisable
Un plan debe ser integral para cubrir la mayor cantidad de aspectos posibles de procesos comunicativos. Hay que alejarse de la visión de que unos cuantos “post” esporádicos en algunas redes sociales son suficientes para alcanzar el éxito.
El plan debe ser estratégico con objetivos medibles y alcanzables para que logre llegar acertadamente a los públicos de los que se espera alguna acción de respuesta.
Todo plan requiere estructura organización con fechas de entrega y delimitar los días que son estratégicos para la organización, teniendo en cuenta factores externos que puedan afectarle.
Un plan de comunicación responsable corresponde a las capacidades que tiene la empresa, institución o marca personal, en el área de comunicación como a nivel operacional y, toma en cuenta sus debilidades.
¿Cuántas veces has escuchado que la campaña de anuncios no apela a la gente y uno se pregunta qué tiene que ver una cosa con otra? Todo plan debe ser vinculante a las necesidades y metas de la empresa. Esa es la misión.
Nada está escrito en piedra, en comunicación las cosas pueden cambiar de un día para el otro. Hay que tener la flexibilidad y una perspectiva amplia para entender cuándo hay que hacer ajustes y revisar lo que dábamos por hecho.
El consejo es no dejar pasar más tiempo. Hay que hacer ese plan y empezar a ejecutar. Recuerda que ya casi se fue la mitad del primer mes y como dice un dicho: “si no se comunica, no existe”.